Nuestra experiencia

En el caso de Iñaki, este método fue clave: cada alimento se probaba, se retiraba unos días y, si no había reacción, se incorporaba a la dieta de forma permanente. Así fue sumando arroz, carne, cerdo y tomate, después de meses de incertidumbre con reacciones a múltiples alimentos.

Cosas que pasan: Los Falsos Negativos. 

Al comienzo la cantidad que comía era tan poca, que no había reacción evidente. Así logramos avanzar rápidamente y armamos una papilla completa. Pollo, papa, zanahoria y aceite de oliva.  Pero no era real…

A las dos semanas, cuando empezó a comer más volumen, tuvimos una reacción muy fuerte. Era el pollo y la papa a las que reaccionaba.

Contra Pruebas vía leche materna:

En algunos casos de FPIES, cuando se busca reintroducir un alimento que antes provocó reacción, los especialistas pueden recomendar hacerlo primero a través de la leche materna. Este método se conoce como contra-prueba indirecta y permite evaluar la tolerancia de forma más gradual.

La madre consume el alimento que se desea evaluar. El bebé recibe pequeñas trazas del alimento a través de la leche materna.

Se observa durante los días siguientes si aparecen síntomas (inmediatos o tardíos).

Si no hay reacción, se puede considerar un primer paso positivo antes de avanzar a la prueba directa en el niño.

Ventajas de esta estrategia

– Exposición mínima y controlada: el alimento llega en cantidades reducidas, lo que disminuye el riesgo de reacción severa.

– Evaluación progresiva: permite observar la tolerancia paso a paso.

-Seguridad emocional: muchas familias encuentran más tranquilidad al comenzar con este método que con una prueba oral directa.

Precauciones importantes

Siempre debe hacerse con indicación y seguimiento médico/nutricionista.

No reemplaza la prueba oral supervisada en el niño, que es el estándar para confirmar tolerancia.

Si el bebé presenta cualquier reacción, el alimento debe suspenderse de inmediato.